Mi voz infantil es la más aguda. 

Por eso es blanca, sencilla y pura,

de sonido claro y también brillante.

Eso es ideal para ser cantante.

Mi voz intermedia es femenina.

Siempre suena alegre y cantarina.

Su sonido dulce es amigable y 

al cantar resulta muy agradable.

Mi voz masculina es la más grave

aunque puede ser igualmente suave.

Cuando quiero darle un matiz profundo,

llego a parecer hasta de otro mundo.

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